“El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”. Proverbios 13:24 RVR-1960

Hemos visto varias causas que forman hijos dictadores, en esta tercera parte veremos que la autoestima inadecuada también lleva a algunos padres ya sea a reaccionar con temor, a ser muy exigentes, o a ser indiferentes con sus hijos, esto por estar sumergidos en sus conflictos personales que les impide cuidar su ambiente hogareño y se vuelven permisivos para no complicarse la vida.

  1. Padres sobreprotectores

los padres sobreprotectores creen que amar a sus hijos es ahorrarles todo tipo de esfuerzo, como un tipo de compensación que deben hacer, sin embargo, de esta manera se están protegiendo de sus propios temores, impidiendo que sus hijos exploren y sean libres para experimentar situaciones nuevas.

Esto es una forma de represión que provoca dos reacciones en los hijos, una es que los vuelve temerosos, inseguros y tímidos, y la otra es enojo contra el progenitor que los reprime. Esta situación produce muchos cambios negativos y ambivalentes, por un lado, les gusta el exceso de cuidado, pero por otro, lo ven como una agresión a su autonomía.

Estamos en una época en que los hijos deben aprender acerca de la seguridad, la firmeza, el esfuerzo y la persistencia que da la disciplina, que los llevará al éxito. Sin embargo, como hemos visto, las conductas de los padres repercuten en los hijos, el estrés en que viven los padres y sus problemas no resueltos establecen conductas disfuncionales en los hogares creando ambientes de enojo, represión o de indiferencia y esto afecta directamente el desarrollo físico, psicosocial y espiritual de los hijos.

Los hijos requieren en su niñez condiciones externas de estabilidad y protección. Los límites y la disciplina adecuada son parte de ello para que también ellos puedan formar hijos sanos y responsables con una conciencia de esfuerzo adecuada que les permita enfrentar con éxito el mundo de hoy. También el conocimiento adecuado del concepto de Dios como Señor de sus vidas, lo cual no se puede comprender sin la adecuada disciplina.

¿Cómo podrán aprender a obedecer si no obedecen a los padres? De fallar en esto tendremos una generación, como dice la Biblia, que “no conoce de Dios”, expuestos a cualquier tipo de doctrina e idea, pues serán incapaces de ser críticos y escoger lo que es mejor para sus vidas.

Que Dios los ayude, queridos padres, a ejercer su paternidad y maternidad con disciplina, como dice el versículo de arriba, pues corregir temprano es la forma adecuada de amar a los hijos.

Con estos consejos queremos ayudarlos en la tarea de la crianza de sus hijos e hijas. Que Dios te ayude a todo lo que emprendas hoy.

Dr. Miguel e Irene Garita.
Ministerio Cuidado Familiar
Iglesia Del Nazareno, Región Mesoamérica.