Un espíritu de unidad y servicio caracterizó la primera entrega de lo que se denomina “Verano Misionero” en la República Dominicana.

Del 21 al 28 de mayo de 2022, 12 voluntarios de Trabajo y Testimonio del norte de Arkansas en los Estados Unidos se unieron con cuatro jóvenes líderes del país anfitrión para bendecir la ciudad de Bonao.

«Este ha sido uno de los mejores viajes en los que he tenido la oportunidad de estar», dijo el pastor Beck del norte de Arkansas. «A todos nos gustó pasar tiempo sirviendo en el mismo grupo: dominicanos y norteamericanos».

Con un corazón por las naciones, los hombres y las mujeres rompieron las barreras lingüísticas y culturales para terminar el proyecto principal de la semana: reparar y pintar la casa del ministerio SONRISA DE ESPERANZA de la Iglesia del Nazareno el Buen Pastor.

«Nunca había servido junto a personas que no hablaban el mismo idioma que yo, y mucho menos pensé que podía disfrutar tanto de la comunicación no verbal y participativa», dijo Derick Rivera, voluntario de la República Dominicana. “Verdaderamente el idioma no es una barrera; por el contrario, ahora me siento desafiado a estudiar y practicar inglés para poder comunicarme mejor y ser más útil en un próximo viaje como este”.

Durante la semana, el equipo tuvo un impacto positivo en la comunidad a través de actividades como la Escuela Bíblica de Vacaciones (EBV), evangelismo y visitas domiciliarias a adolescentes con condiciones de salud difíciles. El equipo de misiones donó alimentos, ayudó a remodelar las casas e incluso participó en la graduación de los niños de la EBV.

«Nos ha sorprendido ver a personas de otro país tomarse su tiempo para compartir y servir con nosotros», dijo un miembro de la comunidad en Bonao. “Nos sentimos amados y especiales. Esperamos que este tipo de eventos puedan repetirse en nuestra comunidad”.

El viaje despertó el interés en las misiones de un miembro del equipo.

“Esta es la primera actividad de misiones de la que he sido parte”, dijo Derick Rivera. “Las misiones siempre me han llamado la atención y, después de haber servido en una actividad intercultural, ahora más”.

Esta historia fue publicada orginalmente por Transforma el Mundo, un blog misionero de Scott Armstrong.