Mentoreo: Crece entregándote a ti mismo
¿Estas anhelando poner tu fe en acción y hacer la diferencia? ¿Está Dios moviéndote a invertir en alguien más? Queremos desmitificar, discutir los detalles y la naturaleza del cambio de vida del Mentoreo de otros.

La siguiente ronda de preguntas y respuestas son un extracto de nuestro reciente webinar, que incluyó a los siguientes panelistas:

  • Brett Clemmer, presidente y CEO de Man in the Mirror (Hombres en el espejo)
  • Michael Aitcheson, el pastor principal de Christ United Fellowship en Orlando y co-anfitrión del podcast As in heaven
  • Y Jeremy Schurke, un pastor y misionero retirado, actual director de Mirror Labs, la división de Investigación & Desarrollo de Man in the Mirror enfocado en el alcance de hombres en sus 20s y 30s.
Brett Clemmer guio la discusión sobre el poder, promesa y prácticas de Mentoreo para hombres cristianos. Las respuestas siguientes han sido editadas para mayor claridad y brevedad.

¿Qué es la mentoría?

Michael: Mi respuesta rápida y fácil es:
Relación cercana + conversación bidireccional + tiempo = Mentoría.

Dicho de otra forma, una gran receta para una relación de mentoría saludable es un discipulado de vulnerabilidad sincera, vida en vida, en una sabiduría compartida y un intercambio de ideas a lo largo del tiempo.

¿Existe alguna diferencia entre la mentoría y el discipulado?

Michael: Para mí, la mentoría es un tipo de discipulado, así que básicamente uso los términos de manera intercambiable, incluso uso la “paternidad” en la mezcla. Es mucho más que un discipulado orientado de manera mental. Es enseñarle a alguien la palabra de Dios, sin embargo, el tipo de discipulado de un intercambio “atrapado”más que “enseñado”. Yo veo la aplicación de la palabra de Dios en todas las áreas de la vida. Pude ver toma de decisiones, tuve que experimentar pensamientos, ver personas fallar, y pude ver personas teniendo éxito.

Brett: Pero tener un mentor es diferente a tener hermanos. Hay algunos muchachos en mi vida que son mis hermanos; caminamos juntos por la vida. Ciertamente nos retamos unos a otros, nos decimos cuando estamos siendo tontos, pero eso es una relación diferente a la de un padre espiritual o un mentor, siento que esta incluye más sabiduría, conocimiento, y experiencia como base. Siendo positivos quizás también incluya mucho amor, curiosidad y encima de todo eso compasión.

EL PODER DE MENTOREAR

Jeremy: Cuando tu vida es transformada, no es un esfuerzo asilado. No puedes hacer eso por ti mismo. Sino a través de una relación con alguien más. A través de la corrección y cuidado de un mentor, de una persona que desbloquee el potencial que Dios te ha dado-para convertirte en quien él quiere que seas.

La idea central es: Hombres, es tiempo de crecer dándote a ti mismo por alguien más. ¿En quién te está llamando Dios a invertir?

Michael: Pienso en un hombre llamado Gifford Ramsey. Él era un policía estatal. Gifford Ramsey podía cenar con el gobernador y el chico de la esquina la misma noche, en la misma mesa y hacer que ambos se sintieran igualmente importantes. Él se vertió en mi de esta manera y me hizo sentir valorado. Él simplemente me llevaba consigo, a entrevistas en la radio, me invitaba a su casa.

Él también fue uno de mis entrenadores y líderes espirituales en el equipo. Recuerdo un incidente en un juego cuando me enfurecí y me dieron una penalización de 15 yardas. ¿Y a quién escuché gritarme desde la línea de banda con su voz soprano? “Mike, te dije que el diablo está ahí afuera en el campo de futbol”. Hasta hoy, escucho la voz de Gifford Ramsey retumbando en mi mente constantemente. En retrospectiva veo cuanto él estaba invirtiendo en mí en maneras que solo las puedo entender y apreciar completamente ahora que soy adulto.

Jeremy: Cuando yo estaba en la secundaria, había un hombre llamado Wink que básicamente se convirtió en un tipo de padre espiritual. No había nada sobresaliente en él. La cosa que lo hacía sobre salir entre todos los padres era su manera de hablarme, todos los demás me hablaban como si yo fuera más bajo que ellos, pero él hablaba a mi nivel con dignidad, la cual no tenía mucha en aquel entonces. El me mostró que era la hospitalidad.

Recuerdo que él diría, “Hey, si alguna vez estas por aquí, y necesitas un lugar donde quedarte, si estas en problemas, aquí está el código del garaje. Solo ven, cocinaremos para ti desayuno, duerme donde puedas”.  Lo cual hice muchísimas veces. Wink estaba invitándome más a una relación- a una filiación de cierta manera- y preparándome para ver cómo es Dios padre.

LA PROMESA DE MENTOREAR

Michael: Pienso que mentorear promete 4 cosas: Comunidad, seguridad, dignidad e identidad.

Comunidad, no estas llevando tu vida por ti mismo. Alguien está contigo. Alguien ha decidido llevarte, compartir la vida contigo, y verte vivir tu vida con exito.

Tienes seguridad. La biblia dice que hay sabiduría y seguridad en los muchos consejos. Tener a alguien que invierta en ti, alguien que quizás te lleva camino por delante, quien quizás ha tomado más riesgos, quien puede haber cometido errores, que pueden evitar que tengas la misma experiencia- te da seguridad.

Todos vamos a experimentar dolor, es donde vivimos; vivimos en un mundo caído, así que no hay manera de evitarlo. Pero hay una manera poco sabia y poco funcional de manejarlo, y es irte de cabeza con dolor innecesario. Mentorear te ayuda a proveer seguridad emocional y práctica. Entiendes que no estás solo.

La tercera es dignidad. Sin importar la edad o etapa en la que una persona se encuentre esta es digna. ¿Cuán dulce es tener a alguien que te diga que importas?. Todos hemos tenido experiencias donde alguien nos ha visto y ha tomado cierto interés en nosotros. Eso cambia nuestro estado mental y emocional de ser. Nos mueve a la acción cuando las personas nos dignifican, humanizan, ayudan y entienden que somos alguien y que importamos.

El último, es la identidad. Un amigo me dijo que cuando yo estaba en el seminario, “Tu eres un hombre bajo autoridad”. Es cierto, lo queramos a aceptar o no- no importa cuánto poder tengamos. Porque Dios nos creó, siempre va existir esa distinción entre Creador-Criatura. Y pienso que mentorear nos ayuda a recordarlo de la manera más saludable, siempre hay alguien superior a  nosotros. Tú eres un hijo.

Jeremy: En los versículos de la gran comisión, en la última línea Jesús promete y recuerda que Él estará con nosotros hasta el final de los tiempos. Es una promesa que me ayuda mucho mientras soy el mentor de alguien- saber que no estoy haciendo esto como un seguidor obediente; lo estoy haciendo como un hijo que tiene una relación con Dios en medio de ello. Porque Él está con nosotros siempre, incluso cuando somos mentores de alguien más, podemos estar en la presencia de Dios mientras hacemos el trabajo.

LA PRÁCTICA DE MENTOREAR

¿Debería existir una diferencia de edad?

Jeremy: Para mí, mentorear implica una diferencia de edad donde alguien con más experiencia en la vida, conocimiento y sabiduría-sabiduría acumulada- puede transmitirla a alguien más joven. Hay algo en eso de ser capaz de decir: “Sé por lo que estás pasando porque yo lo he pasado también, ahora que estoy al otro lado y tengo perspectiva que me da sabiduría más allá del conocimiento”. Y aunque quizás no sea necesario, pienso que es altamente beneficioso.

Michael: A veces también hay que considerar la edad emocional. Hay personas que probablemente conocemos, personas mayores, pero nos damos cuenta que nosotros somos emocionalmente más viejos que ellos en términos de madurez.

Brett: Ciertamente, un mentor debería de ser alguien espiritualmente más maduro como mínimo.

Jeremy: En muchas ocasiones mientras crecía en la fe cristiana, escuchaba sobre el co-mentoreo, grupos de mentores, y cosas que hacemos de manera colectiva. Y en el centro de ello, no escuchaba mucho sobre personas mayores en la fe tomando a jóvenes bajo su cuido, educándolos y mentoreandolos- el discipulado ha sido pasado de una generación a la siguiente. Tener a lo que me refiero como el anciano de los ancianos es un anhelo y deseo que tengo para mí propia vida.

Michael: Yo estoy muy interesado en la idea del pacto, especialmente como lo vemos en la biblia. Tenemos a los patriarcas. Tenemos a Abraham, Isaac, Jacob y a los hijos de Israel. Y escuchamos “primera generación”, “segunda generación”, todo esto es un lenguaje familiar. Vemos la continuación del pacto, o continuación de esta relación o acuerdo a lo largo de las generaciones.

Una vez escuché sobre una jovencita que se puso de pie en una reunión de la iglesia y empezó a cantar Maravillosa Gracia. Tenía una voz muy muy hermosa; causó una gran emoción en este lugar. Luego una señora en sus 80´s o 90´s, – guerrera, de cabello gris, piel arrugada y un cuerpo frágil- se puso de pie para cantar la misma canción.

No hubo una persona que no llorara, no hubo ni una sola persona que se quedara en su asiento. La vida de esa señora, su testimonio, su caminar con Dios, era digna de esa canción. Hay algo en los ancianos, que en el amor de Dios nos recuerda que lo lograremos. Pienso en salmos 78-  que cuenta las obras maravillosas del Señor a las siguientes generaciones—cuando estoy cerca de personas que han caminado con Jesús por más tiempo del que he vivido.

Ellos no tienen que decir nada sobre la fidelidad de Dios. Lo entiendo. Solo los veo y digo, “Sí, Dios es fiel”. He tenido un par de esos ancianos en mi vida quienes me han impactado.

¿Debe de haber un tiempo definido?

Jeremy: No necesariamente, en mi mente, hay un inicio bastante evidente, pero no un final tan evidente, porque de muchas maneras, realmente no hay una llegada. Es vivir la vida juntos.

¿Puedes mentorear a más de una persona al mismo tiempo?

Michael: Tendrías que evaluar cuanta capacidad tienes, para ser realmente lo que esos chicos necesitan que tu seas. Lo que yo he logrado entender es las cosas cambias a medida que avanzan las etapas. Actualmente yo soy mentor de 3 chicos, cada uno posee una gran parte de mi tiempo y acceso a  mi persona. Hay muchos más en el camino, pero oro al respecto y evalúo mi capacidad de ser fiel en nuestros acuerdos y relación.

¿Debería de usar alguna fuente bibliográfica o Curriculum?

Jeremy: En mi opinión, sí, definitivamente. Las personas necesitan orden. Cuando nuestras vidas son un caos – en diferentes áreas o maneras – necesitamos otras personas que nos ayuden a ordenar nuestras vidas. Considero que un libro o estudio es una buena manera de hacerlo. Sin embargo, el problema que veo cuando tenemos un curriculum y libros determinados, es que los queremos utilizar sin saber qué es lo que nuestro protegido/pupilo necesita.

¿Cómo escoges en quién invertir?

Brett: No tienes que encontrar alguien que está en su camino espiritual antes de que tú estés listo para invertir. Dios te va llamar a invertir tu vida en alguien sin importar donde  se encuentra esa persona espiritualmente. Tienes que escuchar la voz del Espíritu Santo diciéndote este es la persona.

Jeremy: Yo no voy a intentar escoger un protegido/pupilo de quien pienso que tiene la mayor capacidad y aptitud. Pienso que como mentor, nuestra responsabilidad es escuchar la voz de Dios conmoviendo lo profundo de nuestros corazones para saber a quién nos está guiando y ser obediente a eso. No es como escoger un equipo para deportes. Queremos que Dios nos dirija.

Michael: Nuestros círculos sociales-más el Espíritu Santo- nos llevarán al punto inicial más rápida y efectivamente de lo que pensamos.  Hay personas en nuestros círculos que, si solo dijéramos, “Señor, puedes ayudarme a ver alguien que ya esté en mi circulo y a quien le beneficiaria una relación como esta? Y alguien con quien yo también me beneficiaria en tener una relación? Entonces Dios revelará a la persona en el tiempo que él quiera que tú inviertas.

Solo hay que estar abierto a ser sorprendido. Poner atención a las personas que ya están a tu alrededor, incluso si parecen estar actuando de manera pasivo-agresiva o distantes. No te limites en quien tú crees que Dios quiere que inviertas.

¿Qué debería suceder en el primer encuentro?

Brett: Una vez que sientes que Dios te ha revelado en quien invertir, ¿Qué sigue? Creo que un buen punto inicial es reconocerlos, decirles que ves algo en ellos que te hace querer conocerlos más.

Michael: No existe una fórmula. Invitarlo a comer es un buen inicio. Solo trae quien eres a la meza, con humildad, curiosidad e interésate por esa persona.

Jeremy: Pienso que a veces no necesitas iniciar con “El plan”. Solo necesitas empezar. Necesitas tener iniciativa y convicción de que 1) esto es algo que quieres hacer y 2) de que es alguien que tienes que conocer mejor y potencialmente ayudar.

Solo inicia con lo básico, empezar a conocer a la persona, porque cada persona quiere ser conocida. “Hey, dime algo sobre ti, cuéntame tu historia”,etc. Mientras escuchas y sigues la historia, veras que emergen puntos de conexión obvios. Considero que si estas escuchando activamente y viendo donde sus vidas pueden entrelazarse, te darás cuenta como podrías ayudar genuinamente a esta persona o donde podrías guiarle.

Michael: Considero que a medida que haces preguntas, una importante que debes hacer al inicio del proceso es, ”¿Hey, que tal te suena eso? ¿Es algo en lo que estas interesado?” Dales sentido de empoderamiento, sentido de voluntad en la materia. Alguno de ustedes están arriesgándose, y eso es bueno. Tenemos que tomar el riesgo, pero necesitamos la humildad para decir, “¿Hey, es esto algo que te gustaría?” Dales la oportunidad de decidir si es o no algo que quieren.

¿Y si lo has intentado y fallado?

Brett: Creo que hay personas quienes están un poco frustrados. Sienten que quizás han intentado ser mentores de alguien y siempre se terminan esfumando, personas que quizás no respondieron bien a ellos.

Jeremy: Primero, probablemente no eres la primera persona que ha estado en sus vida y que ha tratado de mentorearlos, probablemente, ellos han sufrido muchas decepciones. Así que se consciente de ello.

Segundo, te animo a que te tomes una larga y profunda vista en el espejo y te preguntes, “¿Estoy viviendo una vida que a alguien más le gustaría imitar?” Lo que he notado es que estos no están buscando sabios, campeones teológicos, CEO´s de compañías, etc. Todo eso es increíble, pero fundamentalmente, están buscando a alguien que puedan imitar y eventualmente convertirse en eso, porque la vida que vives los inspira.

Si estás viviendo una vida como esa, y has sido ponchado un par de veces, bien, se cómo el visitante de media noche de las parábolas; sigue tocando. Solo sigue tocando esa puerta y alguien responderá.

Brett: También es posible que tú necesites encontrar un mentor. Pienso que todos necesitamos alguien que nos retroalimente honestamente de como se ve nuestra propia vida. Por ejemplo, mi esposa hace eso por mí, ella me retroalimenta cuando tengo un hábito extraño o una mala actitud sobre algo.

O tenemos compañeros en la vida que pueden decirnos la verdad. Pero si eres alguien que realmente no tiene compañeros – si estás corto de amigos – creo que será difícil que seas un mentor decente, porque estas tratando de ofrecer algo que no tienes ni para ti mismo.

¿Qué hace un buen mentor?

Michael: Necesitas estar comprometido. La peor cosa que puedes hacer es decirle a alguien que serás su mentor y que estarás ahí para él y luego ser inconsistente.

Brett: Creo que mientras me hago mayor y adquiero conocimiento y experiencia, hay una paradoja en juego donde necesito ser más cauteloso para compartir. Lo que quiero decir con eso es que necesito hacer preguntas, no enseñar lecciones. Me refiero, que tú has aprendido lecciones y has atravesado fracasos y experiencias, y pienso que hay un impulso sincero de decir, “Bien, esto es lo que deberías de hacer”.

Personalmente, trato de no responder preguntas que no han sido preguntadas. En su lugar, trato de hacer muchas preguntas para que la persona se acerque y se abra al punto en donde se encuentra. Y luego si él hace preguntas, soy feliz en contestarlas.

A veces un muchacho se sentará enfrente de ti, tu que le llevas 20 años de ventaja y dirá cosas estúpidas, pero solo se paciente y amoroso en esos momentos. No sientas que tienes que decir todo el conocimiento que has acumulado, porque eso solo se verá condescendiente y arrogante- las cosas que tu no quieres ser. En cambio, tenemos que retroceder y ser capaces de sacrificar nuestro propio derecho de hablar, hasta que esas preguntas sean preguntadas entonces podemos compartir nuestras respuestas.

Jeremy: Y sobre todo, ellos no van a escuchar tu sabiduría hasta que se sientan cuidados por ti.

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Traducido por: Angela Vargas