El año 2020 inició como todos los demás para la Iglesia del Nazareno de Coronado en Costa Rica, con grandes expectativas y proyectos, pero los planes de Dios eran aún mucho más grandes de lo que pensaron y él tenía algo especial para ellos, aunque fuera en medio de la pandemia.

La iglesia tiene un ministerio llamado «La Canasta del Amor», el cual consiste en motivar a la iglesia a ofrendar el valor equivalente de diferentes artículos de necesidad básica para el hogar, para cubrir el costo de los mismos y así formar canastas para luego entregarlas a familias con necesidad. Priscilla Guevara, miembro de concilio local, dijo que la iglesia siempre ha sido generosa y que normalmente logran entregar entre 1 a 2 canastas en el mes.

Pero debido a la pandemia hubo dificultad para recolectar las ofrendas y comprar los productos para las canastas como normalmente lo hacían. Había mucha necesidad en la congregación, en sus familiares y amigos de la comunidad, pues muchos negocios tuvieron que cerrar, personas fueron despedidas de sus empleos, a otras se les redujeron el salario, y otros se contagiaron con el virus, además, el templo fue cerrado por casi nueve meses. “Pero Dios hace milagros y mueve corazones”, dijo Guevara, pues empezaron a llegar ofrendas de dinero y de víveres de parte de algunas personas, para sostener a las familias que estaban en necesidad, tanto de la congregación como de otras que no los son.

“Tal y como el milagro de los panes y los peces, las canastas abundaron y saciaron el hambre de muchas familias, y lo siguen haciéndolo” dijo Guevara, pues desde abril de 2020 a mayo de 2021, se han entregado más del doble de canastas, un promedio de 53.

Cada canasta, dijo Guevara, fue un regalo de Dios que les permitió, no solo bendecir a muchas familias, sino también presentarles a Dios quien tiene cuidado de ellos, y a la iglesia que los ama, que los acompaña, que ora y se preocupa por ellos.

“Hoy somos más, y más fuertes. Dios está con nosotros y ha tocado vidas por medio del milagro de su providencia, por esto somos testigos vivientes de su preciosa promesa: ‘Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes’. 2 Corintios 9:8.”

También personas entregaron su vida a Jesús debido al impacto del ministerio Canasta de Amor, como es el caso del padre de familia de los Fallas Alvarado.

La familia Fallas Alvarado recibió algo más que la canasta. La madre de familia compartió su gratitud a la iglesia por esa iniciativa pues dijo, fue un año difícil pues su esposo perdido el empleo. “Cuando recibimos la canasta del amor en nuestra puerta, mi esposo se sorprendió tanto de ver cómo personas que él no conocía, estuvieran apoyándonos en momentos tan difíciles”, dijo “y fue de esa manera como, luego de estar alejado de Dios por mucho tiempo, quiso formar parte de esta maravillosa familia. Gracias, porque ha sido un hermoso milagro ver a mi esposo tan constante y perseverante en querer seguir en los caminos de Dios”.

Fuente: Priscilla Guevara, miembro de concilio local de la IDN Coronado, Costa Rica