5 preguntas clave sobre su propósito
significativo en el Reino de Dios.

 Por Dan Reiland

Hay algo profundamente conmovedor en darnos a nosotros mismos por el bien de los demás. Cuando damos nuestro tiempo y talento de cualquier manera para animar y construir a otros en su fe, o fe emergente, comenzamos a activar el corazón de siervo de Jesús dentro de nosotros mismos. Cuando servimos a los demás, añadimos valor y cambiamos potencialmente una vida. Traemos un vaso de agua fresca en el nombre de Jesús.

No hay nada bueno o malo, o mayor o menor, en el servicio. Si el deseo de su corazón es ser útil, servir complace a Dios y marca la diferencia. No importa si le apasiona abrir las puertas a las personas con una sonrisa amistosa o plantar una nueva iglesia. Dios no clasifica el amor que hay en tu corazón por los demás. Por el contrario, lo multiplica para el avance de su Reino. La gran idea es que todos trabajemos juntos en un esfuerzo unificado para avanzar en el propósito de Dios.

Usted puede servir en un ministerio organizado en su iglesia o hacer algo singularmente diferente, representando a su iglesia. Por ejemplo, conocí a un tipo genial que comenzó un ministerio en una prisión local. Su iglesia no tenía un «ministerio de prisiones», pero le animó a ir por su cuenta. Reclutó a otros voluntarios, ¡y están marcando la diferencia! La iglesia no necesitaba «poseerlo»; ¡él lo hizo!

Ninguna iglesia debería intentar hacer todos los ministerios posibles. Eso no es ni sabio ni práctico. Pero igualmente, su iglesia le enseña, le anima y quiere ayudarle a crecer en su fe. Usted puede tomar todo eso y servir a otros donde vive y trabaja. Lleve todo lo que aprende en la iglesia a su comunidad y marque la diferencia.

También hay muchas oportunidades de servir a otros directamente relacionados con su iglesia. Nunca piense que no hay necesidad de más personas para servir sólo porque parece que todo está funcionando bien. La verdad es que no se trata de que la iglesia necesite voluntarios; se trata de comprometerse con el propósito y usar los dones espirituales que Dios puso dentro de usted.

Por eso, Cristo mismo dio a los apóstoles, a los profetas, a los evangelistas, a los pastores y a los maestros, a fin de capacitar a su pueblo para las obras de servicio, para que el cuerpo de Cristo sea edificado hasta que todos alcancemos la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a la madurez, alcanzando toda la medida de la plenitud de Cristo.
Efesios 4:11-13

  • Jesús encargó a los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros que equiparan a las personas para el ministerio, no que hicieran todo el ministerio. (versículo 11)
  • Todos estamos diseñados por Dios para «obras de servicio». (versículo 12)
  • Para que el cuerpo de Cristo sea edificado. (versículo 13)
  • Hasta que alcancemos la unidad en la fe y lleguemos a la madurez (versículo 13)

5 preguntas sobre su parte importante en el propósito de Dios

1) ¿Qué es lo que le apasiona?

Para vivir una vida más grande y significativa, es necesario aprovechar una pasión que le impulse a servir a los demás.

Durante muchos años mi esposa Patti fue voluntaria sirviendo café, luego dio liderazgo a los voluntarios que servían café desde un carro de café y eventualmente dirigió la cafetería en la iglesia. Esto incluía todo, desde la limpieza del equipo hasta la formación de los voluntarios. ¿Por qué? No fue porque la iglesia necesitara que ella lo hiciera, sino porque a ella le encantaba.

Tal vez su corazón está en los niños o los adolescentes, o tal vez en los equipos de tecnología que hacen que gran parte de la comunicación funcione. Tal vez le encanta ayudar a los que están rotos y heridos.

¿Cuál es su carga? ¿Cuál es su pasión? ¿Qué es lo que le da alegría? Dios puso eso en usted en gran parte para servir a los demás. ¿Cómo puede usar eso para los propósitos de Dios?

 2) ¿Para qué sirven sus dones?

Dios da a todos los cristianos dones espirituales y lo hace con un propósito. (Ver Romanos 12:3-8, I Corintios 12:1-31, I Pedro 4:10) Es un pensamiento inspirador darse cuenta de que el creador del universo, el Gran YO SOY, diseñó a cada uno de nosotros para estar en una asociación divina con Él en el servicio de Su propósito al amar y servir a los demás.

Eso todavía me deja perplejo. Dios no me necesita, pero me elige. Cuando servimos a los demás, damos rienda suelta a los dones espirituales y a las pasiones diseñadas por Dios dentro de nosotros.

¿Cuáles son sus dones espirituales y cómo los utiliza para colaborar con el propósito y el plan de Dios?

3) ¿Qué ayuda a que el propósito de la iglesia avance?

La razón por la que Dios pone tanto énfasis en la unidad dentro de la iglesia es que ésta es mucho más poderosa y efectiva cuando todos trabajamos juntos de acuerdo con un plan basado en la oración.

Uno de mis ejemplos favoritos de los muchos que hay en la Iglesia 12Stone fue el compromiso de ayudar a mejorar el bienestar espiritual y físico de los pobres, devolviéndoles la dignidad, el propósito y la libertad en los países en desarrollo. El aspecto tangible era cavar pozos de agua dulce. El agua limpia permitía a la gente no tener que caminar durante horas al día para recoger agua contaminada, dejando espacio para la educación, el desarrollo económico y el avance de la iglesia.

Muy pocas personas podrían hacer eso por sí solas, aunque fuera un solo pozo, pero juntos hicimos más de 59 pozos o puntos de acceso al agua dulce, afectando últimamente a más de 160.000 personas. Y más de 600 miembros de nuestra familia 12Stone viajaron a uno de estos países para ayudar. ¡Ese es el poder del propósito y de servir juntos!

¿Cómo se conecta su servicio con el panorama general?

4) ¿Qué es lo que sirve bien a la gente?

Cuando usted empieza a conectar su pasión, sus dones y su propósito unificado, puede empezar a ver cómo servir bien a la gente. Cuando se trata de un ministerio eficaz, la organización es necesaria y la unidad es imprescindible. Sin embargo, finalmente, se trata de que su corazón se conecte con el corazón de otra persona para marcar la diferencia en su vida sirviéndole bien.

Una de mis citas favoritas es:
El lugar al que Dios te llama es el lugar en el que tu profunda alegría y el profundo hambre del mundo se encuentran. Frederick Buechner

Se necesitan ambas cosas. Su pasión genuina más la profunda necesidad de otro es el corazón del ministerio que cambia la vida.

5) ¿Cómo eleva esto el nombre de Jesús?

Jesús dijo: «Un nuevo mandamiento os doy: Amaos los unos a los otros. Como yo os he amado, así debéis amaros los unos a los otros. En esto reconocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis unos a otros.» Juan 13:34-35

Debemos llevar el amor que Jesús tiene por nosotros y que compartimos entre nosotros a aquellos que aún no lo conocen ni lo siguen.

Amamos sirviendo, y sirviendo, levantamos el nombre de Jesús cuando lo hacemos en Su nombre. Jesús modeló eso en todo el camino a la Cruz.

Servir es sacrificado pero siempre vale la pena.

© 2022 Dan Reiland | The Pastor’s Coach – Developing Church Leaders

Traducido por: Elizabeth Guevara Cabrera.