6 Ayudas para Orar Cuando
parece que no está Funcionando

Sabe que Dios le ama.

Sabe que Él responde la oración.

¿Pero alguna vez se ha preguntado secreta y silenciosamente “¿Dios, estás conmigo ahora?”? Intelectualmente, bíblicamente, Ud. sabe que Él está; pero en la quietud de la noche, puede que no siempre se sienta de esa manera.

A veces, esa es la vida de un líder.

  • Quizás tiene a alguien que le preocupa, en el hospital.
  • Quizás está preocupado sobre la estabilidad de su iglesia este Otoño.
  • Es posible que le preocupe dónde estamos como país.

Sus niveles de estrés personal están subiendo. ¡Carga responsabilidad, se preocupas y ora! Sin embargo, a veces puede parecer que sus oraciones chocan contra una pared. No parece que estén funcionando.

¿Están llegando las oraciones?

¿Está orando por las cosas correctas?

Se pregunta qué tiene Dios en mente.

   Eso es natural; pero aquí está el peligro. Cuando se pregunta si sus oraciones están funcionando verdaderamente, el enemigo le tiene justo donde él le quiere. Desanimado y quizás incluso listo para rendir su pasión y su amor por el ministerio. ¡Continúe orando! Cuando las cosas no están yendo bien, ese es el tiempo (ahora más que nunca) de no rendirse. ¡Continúe orando!

¿Pero cómo?

Déjeme hacer una pausa por un segundo y decir: “Si está personalmente en un lugar realmente bueno… ¡Grandioso!”; pero por favor, debe saber que muchos de sus hermanos y hermanas quienes lideran, están batallando. Búsquelos. Anímelos. Ore por ellos. Ore con ellos.

Regresar al ¿Cómo?

6 Ayudas para Orar cuando parece que No funciona

  1. Sea honesto con Dios

Sea honesto con Dios sobre sus preocupaciones, sus verdaderas emociones, especialmente si sus oraciones no parecen estar “llegando”. Ese es el inicio de la oración en tiempos duros y de avance espiritual. Dios le encontrará donde se encuentre. Podría estar sobrecogido, con exceso de trabajo, desconcertado, podría estar desanimado; pero Dios le encontrará en su honestidad.

O podría ser un montón de cosas pequeñas; pero el efecto acumulativo es implacable y por lo tanto agotador. Jesús conoce lo que siente; Él lo sintió también. Cuando Ud. es honesto, se conectas con Su espíritu en una manera que lo siente. Puede que todavía se preguntes sobre los resultados de la oración; pero sepa que ÉL está con Ud.

  1. Crea que Dios puede mover la montaña que usted necesita mover.

Hay veces cuando nuestra fe es desafiada; oramos por el milagro, pero permitimos que nuestra interpretación humana de la situación entorpezca nuestra fe. ¡Señor, enséñanos a orar con gran fe!

Las circunstancias humanas son reales e influencian cómo oramos; no debemos orar a la ligera o tontamente, pero aún así creer que Dios puede hacerlo.

El momento en que Ud. deje de creer que Dios puede, no cambia a Dios; esto cambia cómo usted ora y algunas veces “si” usted ora.

Es fácil quedarse atrapado en ese estrecho espacio entre saber que Dios puede pero no creer que lo hará. Así que no decida lo que Dios piensa por Él. ¡Ora por lo que deseas en tu corazón!

  1. Pida a Dios que le revele el panorama general.

¿Quién entre nosotros conoce la mente de Dios? Aún así, Él nos da acceso para apelar a Él acerca de lo que no sabemos o entendemos.

A veces he pensado que mis oraciones eran un escape cuando oro en grande y audaz; pero entonces incluyo: “Si es Tu voluntad”. Pero sinceramente, mis oraciones deben estar alineadas con la voluntad de Dios; Él no puede ir en contra de su propia voluntad.

¿Y por qué oraríamos de manera diferente a la voluntad de Dios?

Con eso en mente, es mejor comenzar nuestras oraciones con: “Dios revélame Tu voluntad” y “Jesus, enséñame a orar.” Ambos funcionan bien para mí y para Ud. también.

El punto es que cuando tenemos una mejor idea del propósito y el plan de Dios, justo a donde nos dirigimos, ganamos más confianza en nuestras oraciones. Dios no está ocultando secretos; pero a menudo no estamos listos para todo lo que Él sabe. Aún así, siempre hay un poco más para lo que estamos listos. ¡Pídale a Dios por ello!

  1. Tome prestada la fe de alguien más.

Una de mis historias favoritas y espiritualmente alentadoras es nuestra fundación y el pastor nos cuenta sobre los inicios de la Iglesia 12Stone. Los primeros años de la plantación de la iglesia fueron difíciles; en resumen, no estaba funcionando. El Pastor Kevin (PK) estaba listo para renunciar. Habló con su amigo y pastor principal de la iglesia, quien lo envió, sobre la posibilidad de regresar. El pastor respondió: “Si ya no tienes suficiente fe, toma la mía prestada.”

El pastor, Wayne Schmidt, creyó que Dios aún estaba ello y mucho con Kevin. Así que PK sólo hizo eso, “tomó prestada” la fe de Wayne y se quedó con ella por un año más. Treinta años después, todos nos alegramos de que lo haya hecho.

¿Necesita tomar prestada la fe de alguien por una estación? Eso podría impactar radicalmente su vida de oración y liderazgo.

5) Recuerde y reflexione sobre Milagros pasados.
Cuando llego a  esos momentos o estaciones cuando no estoy seguro de que mis oraciones están funcionando, reflexiono en previas respuestas a la oración y especialmente los milagros.

Supongo que podemos decir que cada respuesta a la oración de Dios mismo involucra lo milagroso; pero por el milagro, estoy hablando de cosas que sabemos que no sólo son imposibles sin Dios sino que desafían el entendimiento o la capacidad humana. Reflexionar sobre los milagros me recuerda que Dios está conmigo y completamente comprometido con mi llamado y mi rol como esposo, padre y líder.

6) Ore con alguien más.
¿Alguna vez te has preguntado sobre las oraciones que han sido elevadas en tu favor y de las que nunca supiste y quizás por personas que nunca conociste? Esa idea me anima sobre el poder del cuerpo de Cristo y me hace sentir  profundamente humilde porque probablemente he recibido muchas de esas oraciones. Que otra persona ore por usted es increíblemente poderoso.

¡Orar con alguien o con un grupo pequeño es igualmente poderoso, si no más! Cuando el cuerpo de Cristo ora junto, físicamente en el mismo lugar, ya sean dos, veinte o cientos, el Espíritu Santo invade ese espacio y Cristo mismo está presente, el poder es transformador y los cielos le encuentran allí.

Cuando no esté seguro de que sus oraciones están funcionando, pídale a alguien que ore con usted; juntos, sus oraciones hacen de ese un lugar físico, tierra santa.

© 2021 Dan Reiland | The Pastor’s Coach – Developing Church Leaders

Traducido por ALYSNEY RODRÍGUEZ GALÁN