Cuando la iglesia se une en misión, Dios abre puertas en nuevos idiomas y territorios.

En Antigua y Barbuda, un país mayoritariamente angloparlante, la presencia de familias hispanas ha crecido en los últimos años. Ante esta realidad, Dios ha puesto en el corazón del Rev. Christopher Weekes, superintendente del Distrito Islas Vírgenes/de Sotavento (Leeward/Virgin Islands), y de todo el liderazgo distrital, el deseo de iniciar una Iglesia del Nazareno de habla hispana para acompañar mejor a esta comunidad y compartir el mensaje de salvación en su propio idioma.

Una visión misionera para la comunidad hispanohablante

Con ese propósito, la misionera patrocinada costarricense Jeimy Navarro llegó a Antigua y Barbuda en julio de 2025, enviada por el ministerio de Movilización Misionera, para establecerse allí durante seis meses (julio a diciembre) y apoyar el nacimiento de esta nueva obra latina.

Dentro de este tiempo de servicio, el 18 de octubre se realizó una Máxima Misión en la comunidad de Gray’s Farm, con el objetivo de unir a las Iglesias del Nazareno del área en una misma misión y, al mismo tiempo, acercarse a la comunidad hispanohablante, dándole a conocer la nueva misión de la Iglesia, que desea ministrarles en su idioma y hacerles sentir parte de la gran familia nazarena.

Iglesias unidas en servicio y evangelismo

La Máxima Misión reunió aproximadamente a 45 participantes de distintas iglesias del distrito: Living Water, First Church of the Nazarene, Gray’s Farm, Saint Johnstons, Beacon Light y All Saints, además de algunas personas de la comunidad interesadas en la naciente misión latina en Gray’s Farm.

Los ministerios Juventud Nazarena Internacional (JNI), Misiones Nazarenas Internacionales (MNI) y Discipulado Nazareno Internacional (DNI) del distrito trabajaron unidos en la planificación y realización de la jornada. También se contó con el apoyo de tres miembros de la Iglesia del Nazareno en Costa Rica, quienes viajaron especialmente para colaborar en esta obra misionera.

El viernes 17 de octubre, un equipo salió a los alrededores de Gray’s Farm para entregar invitaciones casa por casa y en la comunidad. El sábado 18, la Máxima Misión se desarrolló desde las 8:00 a.m. hasta las 6:00 p.m., con un programa que combinó evangelismo, recreación y servicio comunitario.

Niñez, limpieza comunitaria y evangelismo en acción

Durante la mañana, los participantes se organizaron en tres comités principales:

Ministerio con la niñez. El equipo distrital de DNI dirigió una actividad especial con los niños de la comunidad. Hubo tiempos de cantos, manualidades y dinámicas para todas las edades, finalizando con una merienda. Este espacio permitió sembrar valores cristianos y compartir con los más pequeños el mensaje del amor de Dios.

Limpieza comunitaria. Otro grupo se dividió en dos equipos para trabajar en distintos sectores, limpiando áreas abandonadas de la comunidad. El propósito no fue solo mejorar el entorno físico, sino también reflejar el amor de Dios a través del servicio y el cuidado del lugar donde se vive.

Evangelismo casa por casa. El comité de evangelismo se organizó en dos grupos para recorrer diversas calles, compartiendo breves devocionales y mensajes evangelísticos hogar por hogar. En cada casa se oró por las familias y se ofreció un mensaje de esperanza, recordando que la fe cristiana se expresa con acciones de amor y palabras de vida.

Por la tarde, se realizó una actividad recreativa de fútbol en una plaza cercana, donde participaron alrededor de 30 niños y adolescentes. Antes del partido se compartió una breve reflexión bíblica y se realizaron dinámicas, aprovechando el deporte como herramienta para conectar con los jóvenes y sembrar principios cristianos en sus vidas.

Un culto al aire libre que abrió puertas

Para concluir el día, se llevó a cabo un culto al aire libre (Open Air) frente a la iglesia de Gray’s Farm. Fue un tiempo de gran bendición, con la participación de personas de las diferentes iglesias y de integrantes de la comunidad local.

El pastor George, de la Iglesia del Nazareno Beacon Light, compartió un mensaje basado en la Palabra de Dios, motivando a todos a seguir confiando en el Señor y a continuar extendiendo su amor en cada rincón del país, llevando ese mensaje de esperanza a la comunidad.

A través de la Máxima Misión, tanto la iglesia de habla inglesa como la naciente obra de habla española se dieron a conocer con mayor claridad en la comunidad de Gray’s Farm. Durante el evangelismo se oró por diversas personas, entre ellas alguien que pidió oración por un dolor físico y otras que atraviesan situaciones difíciles, quienes abrieron su corazón para recibir un mensaje de esperanza y la oración de la iglesia.

La actividad marcó un antes y un después en la relación con la comunidad ahora las personas pasan saludando, se muestran más receptivas y existe una mayor apertura hacia la iglesia y su mensaje. La Máxima Misión ayudó a acercarse, generar confianza y darse a conocer como una comunidad que sirve y ama.
Jeimy Navarro comparte: “Seguimos orando para que todas las personas que tuvieron la oportunidad de escuchar la Palabra de Dios puedan acercarse a la iglesia y ser parte de lo que Dios está haciendo en Antigua y Barbuda”.

Un pequeño grupo hispano que ya se reúne

Actualmente una pequeña comunidad hispanohablante se reúne. Las reuniones se realizan los jueves a las 6:30 p.m. (estudio bíblico) y los domingos a las 6:30 p.m. (servicio dominical).
En promedio, unas seis personas asisten regularmente a estas reuniones, representando una primera semilla de lo que Dios quiere seguir haciendo entre la población latina en Antigua y Barbuda.

Mirando al futuro: una iglesia en misión

La jornada de Máxima Misión en Gray’s Farm fue un paso clave en el establecimiento de la nueva misión hispana en Antigua y Barbuda. El trabajo conjunto del distrito, los ministerios locales y los voluntarios nacionales e internacionales demuestra que la iglesia sigue en movimiento cuando se deja guiar por el Espíritu Santo y se atreve a cruzar fronteras culturales y lingüísticas.

Fuente: Jeimy Navarro, misionera patrocinada de la Iglesia del Nazareno en Antigua y Barbuda